viernes, 12 de septiembre de 2014

Río sin agua

Es verdad, mucho de nuestro llamado "conocimiento" es algo totalmente superficial, datos almacenados que sirven como herramienta de presunción y para engañar a otros y a nosotros mismos, para darnos un plus tristón con el que nos vamos a dormir sabiendo que no es verdad. Así son muchas de nuestras relaciones sociales, cualidades falsas topándose con cualidades falsas, a ver quien sabe más, a ver quien sufre más, a ver quien le duele más la pierna, etc, etc...
Ayer me contó un amigo sobre un supuesto altercado en un partidito de fut, en donde las "peleas" no se distinguen mucho a las de dos niños (siendo ya tipos "madurones") literal, me la contó así, me dio bastante risa:
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uno: qué quieres eh, qué quieres...
otro: qué quieres tú eh, qué quieres...
uno: pos tú, qué quieres, qué quieres eh...
otro: yo nada y tú, qué quieres eh, qué quieres...
uno: ay sí, muy muy, no? qué quieres...
otro: muy muy qué, eh, qué quieres o qué...
uno: te voy a partir tu madre...
otro: yo te la voy a partir, qué quieres...
uno:qué quieres tú...

es más o menos así el diálogo, nada, en espera de que los separen. entonces, los amigos de uno y otro les dicen:

amigos de uno: ya, déjalo, ya se cagó... (qué quieres eh, qué quieres, dice uno, de fondo)
amigos de otro: ya ya, no vale la pena, mira, está todo culea'o (pos él wey, pos él, dice otro, de fondo)------

Así, con este ejemplo, es como yo veo nuestro llamado conocimiento. Mucho ruido y pocas nueces. Es mejor y más respetable hablar de tortillas con la señora que vende tacos, a hablar de espiritualidad, de ciencia, de dimensiones, con quién no hace lo que dice que hace. Mucho mejor observar y hablar con un zapatero que sabe hacer bien su trabajo, que con un poeta o un filosofo rebuscado que ni él mismo se entiende, y que se aburre de si mismo. Mucho mejor observar las plantas que aquel o aquella que se esfuerza demasiado por ocultar su verdadera apariencia. El conocimiento no lo dan los libros, no lo da el repetir lo que escuchamos, o el aprendernos cosas de memoria hasta cansarnos el cerebro. La atención es uno de los principales retos para el ser, el ser atento nos da posibilidades de mejor acción y entendimiento. "Un gramo de practica es mejor que toneladas de teoría".




*Mi amigo Carlos Román es el narrador de la gran "pelea". Mi amiga Edna Prieto la creadora del Magdala.

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