jueves, 31 de marzo de 2011

La víbora


Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujer despreciable
Sacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sin cuento,
Trabajar día y noche para alimentarla y vestirla,
Llevar a cabo algunos delitos, cometer algunas faltas,
A la luz de la luna realizar pequeños robos,
Falsificaciones de documentos comprometedores,
So pena de caer en descrédito ante sus ojos fascinantes.
En horas de comprensión solíamos concurrir a los parques
Y retratarnos juntos manejando una lancha a motor,
O nos íbamos a un café danzante
Donde nos entregábamos a un baile desenfrenado
Que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada.
Largos años viví prisionero del encanto de aquella mujer
Que solía presentarse a mi oficina completamente desnuda
Ejecutando las contorsiones más difíciles de imaginar
Con el propósito de incorporar mi pobre alma a su órbita
Y, sobre todo, para extorsionarme hasta el último centavo.
Me prohibía estrictamente que me relacionase con mi familia.
Mis amigos eran separados de mí mediante libelos infamantes
Que la víbora hacía publicar en un diario de su propiedad.
Apasionada hasta el delirio no me daba un instante de tregua,
Exigiéndome perentoriamente que besara su boca
Y que contestase sin dilación sus necias preguntas,
Varias de ellas referentes a la eternidad y a la vida futura
Temas que producían en mí un lamentable estado de ánimo,
Zumbidos de oídos, entrecortadas náuseas, desvanecimientos prematuros
Que ella sabía aprovechar con ese espíritu práctico que la caracterizaba
Para vestirse rápidamente sin pérdida de tiempo
Y abandonar mi departamento dejándome con un palmo de narices.
Esta situación se prolongó por más de cinco años.
Por temporadas vivíamos juntos en una pieza redonda
Que pagábamos a medias en un barrio de lujo cerca del cementerio.
(Algunas noches hubimos de interrumpir nuestra luna de miel
Para hacer frente a las ratas que se colaban por la ventana).

Llevaba la víbora un minucioso libro de cuentas
En el que anotaba hasta el más mínimo centavo que yo le pedía en préstamo;
No me permitía usar el cepillo de dientes que yo mismo le había regalado
Y me acusaba de haber arruinado su juventud:
Lanzando llamas por los ojos me emplazaba a comparecer ante el juez
Y pagarle dentro de un plazo prudente parte de la deuda,
Pues ella necesitaba ese dinero para continuar sus estudios
Entonces hube de salir a la calle a vivir de la caridad pública,
Dormir en los bancos de las plazas,
Donde fui encontrado muchas veces moribundo por la policía
Entre las primeras hojas del otoño.
Felizmente aquel estado de cosas no pasó más adelante,
Porque cierta vez en que yo me encontraba en una plaza también
Posando frente a una cámara fotográfica
Unas deliciosas manos femeninas me vendaron de pronto la vista
Mientras una voz amada para mí me preguntaba quién soy yo.
Tú eres mi amor, respondí con serenidad.
¡Ángel mío, dijo ella nerviosamente,
Permite que me siente en tus rodillas una vez más!
Entonces pude percatarme de que ella se presentaba ahora provista de un pequeño taparrabos.
Fue un encuentro memorable, aunque lleno de notas discordantes:
Me he comprado una parcela, no lejos del matadero, exclamó,
Allí pienso construir una especie de pirámide.
En la que podamos pasar los últimos días de nuestra vida.
Ya he terminado mis estudios, me he recibido de abogado,
Dispongo de buen capital;
Dediquémonos a un negocio productivo, los dos, amor mío, agregó
Lejos del mundo construyamos nuestro nido.
Basta de sandeces, repliqué, tus planes me inspiran desconfianza,
Piensa que de un momento a otro mi verdadera mujer
Puede dejarnos a todos en la miseria más espantosa.
Mis hijos han crecido ya, el tiempo ha transcurrido,
Me siento profundamente agotado, déjame reposar un instante,
Tráeme un poco de agua, mujer,
Consígueme algo de comer en alguna parte,
Estoy muerto de hambre,
No puedo trabajar más para ti,
Todo ha terminado entre nosotros.

Nicanor Parra


"Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón"

lunes, 28 de marzo de 2011

I´ll see you soon (And I saw sparks)


So you lost your trust
And you never should have
And you never should have
But don't break your back
If you ever hear this
But don't answer that
In a bullet proof vest
With the windows all closed
I'll be doing my best
And I'll see you soon
In a telescope lens
And when all you want is friends
I'll see you soon
Singing out.

La, la, la, la, oh…

Coldplay

Que más da?

Si somos como la luna en el agua

Me muerdo los labios para no llamarte


Deténte, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Sor Juana

domingo, 27 de marzo de 2011

Coquivacoa


Pare, primo, la canoa
que me parece que llora
la chinita allá en la orilla
que no es una pesadilla,
despierto tú puedes ver
que somos nosotros los
que lo estamos matando. Sí.
¡Qué molleja, primo!
tan cristalino que estaba el lago ayer,
no es el palafito lo que está matando
todo lo que hay en él.

Pare, primo, la canoa
que me parece que llora
el pescador allá en la orilla .
si le matan la semilla.
¿Quién la vida le dará?
No hay flores en la ribera
sólo peces muertos hay
¡Qué molleja, primo!
tan cristalino que estaba el lago ayer,
no es el palafito lo que está matando
todo lo que hay en él.

La guitarra enamorada de Armando,
llorando su cocotero
cuando en la rada se puso negro
el lago estando azulito el cielo.
La inocencia no mata al pueblo
pero tampoco lo salva,
lo salvará su conciencia
y en eso me apuesto el alma.

Alí Primera

jueves, 24 de marzo de 2011

La vida es una _________ (cualquier cosa le queda)




Para bailar esta milonga,
hay que tener primeramente
una buena compañera
que sienta en el alma
el ritmo de fuego así...

Hay que juntar las cabezas mirando hacia el suelo
pendientes de su compás,
dejar libres los zapatos que vayan y vengan
en repiqueteo sin fin,
y que mueva la mujer las caderas
al ritmo caliente que da el tambor,
entregandose a la vida y al amor
para bailar...

Porque en este baile sin guantes
hay que tener,
desde el corazón palpitante
hasta los pies,
el repiquetear del taquito
se hace obsesión,
hasta que se funde en el ritmo
del corazón...

Al compás de esta milonga
vuelvo a ver igual que ayer
un baile de meta y ponga
y un vivir para querer...
Yo que supe de otros tiempos
el recuerdo vuelve a mi
de aquel ritmo compadrito
que bailabamos asi:
Un pasito atrás por aquí,
otro avance más por allá,
la sentada limpia y después
viene el taconeo final...
El candombe está en lo mejor
y la moza vibra al compás,
y siempre que esta milonga
vuelvo a bailar, me gusta más...

Para bailar,
se necesita más que nada amar la vida,
porque es vida todo aquello
que se agita en los compases
de un candombe de mi flor y
de mi amor

Dante Gilardoni

sábado, 19 de marzo de 2011

El amenazado


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Borges

Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo



"Necesitaba sentirla a mi lado, sin ella los días tardaban en pasar"
Decía Gardel

Yo no quiero que nadie a mí me diga
que de tu dulce vida
vos ya me has arrancado.
Mi corazón una mentira pide
para esperar tu imposible llamado.
Yo no quiero que nadie se imagine
cómo es de amarga y honda mi eterna soledad,
en mi larga noche el minuto muele
la pesadilla de su lento tic-tac.

En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar
sus pasos que quizás no volverán,
a veces me parece que ellos detienen su andar
sin atreverse luego a entrar.
Pero no hay nadie y ella no viene,
es un fantasma que crea mi ilusión.
Y que al desvanecerse va dejando su visión,
cenizas en mi corazón.

En la plateada esfera del reloj,
las horas que agonizan se niegan a pasar.
Hay un desfile de extrañas figuras
que me contemplan con burlón mirar.
Es una caravana interminable
que se hunde en el olvido con su mueca espectral,
se va con ella tu boca que era mía,
sólo me queda la angustia de mi mal.

Soledad
Alfredo Le Pera

jueves, 17 de marzo de 2011

2. La ciencia tibetana sobre la muerte


(...)A fin de presentar este enérgico método para penetrar en esta auténtica realidad.
¡Tu propia conciencia de ahora mismo ya lo es!
Si ya es esta claridad natural sin artificio,
¿por qué dices: "No comprendo la naturaleza de la mente"?
Si no hay nada sobre lo que meditar,
en esta inteligencia de ininterrumpida claridad,
¿por qué dices: "No veo la realidad de la mente"?
Como el pensador en la mente ya lo es,
¿por qué dices "Aunque lo busco no lo encuentro"?
Como no hay nada que deba hacerse,
¿por qué dices: "Haga lo que haga no acierto"?
Si es suficiente permanecer sin artificio,
¿por qué dices: "No puedo permanecer tranquilo"?
Si es suficiente permanecer satisfecho en la inactividad,
¿por qué dices: "No soy capaz de hacerlo"?
Como claridad, conciencia y vacío son automáticamente indivisibles,
¿por qué dices: "La practica no es efectiva"?
Como es natural, espontánea, libre de causa y condición,
¿por qué dices: "Buscando no puede ser hallada"?
Como pensamiento y liberación natural son simultáneos,
¿por qué dices: "Los remedios son impotentes"?
Como tu propia inteligencia ya lo es,
¿por qué dices: "No lo conozco"?

Estas palabras, suficientemente simples en sí mismas, permiten que la libertad se entrelace con nuestras preocupaciones ordinarias. (...)

El libro tibetano de los muertos
Padma Sambhava

Que nos roben el adios... por un rato


Quién al oír los primeros compases del vals
no ha tenido intención de bailar.
Si hasta parece que el mundo en su eterno rodar
girará al compás de algún vals.
Si usted ha soñado en sus brazos poder estrechar
a esa rubia que encanta al mirar.
Juntos muy juntos los dos estarán
si siguen el ritmo del vals.

Soñar,
dejarse arrullar,
decir al oído palabras tan dulces
que invitan a amar.
Soñar,
siguiendo el compás,
cerrando los ojos
muy cerca las bocas el sueño del vals.
Sentir que nos aprisiona
un perfume de amor.
Que un ángel con voz de cielo
nos roba el adiós.
Soñar,
siguiendo el compás
que todo es distinto
si entrega su alma
al ritmo del vals.

Vals Soñador

miércoles, 16 de marzo de 2011

Proverbio

"Cuando el filo desnudo se acerque a mi cabeza será como decapitar el viento de primavera"


martes, 15 de marzo de 2011

Sentir que todo, que todo la nombra


¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

Si Dios fuera una mujer
Mario Benedetti

We don't notice anything





fall is here, hear the yell
back to school, ring the bell
brand new shoes, walking blues
climb the fence, book and pens
i can tell that we are gonna be friends

walk with me, suzy lee
through the park, by the tree
we will rest upon the ground
and look at all the bugs we've found
then safely walk to school
without a sound

well here we are, no one else
we walked to school all by ourselves
there's dirt on our uniforms
from chasing all the ants and worms
we clean up and now it's time to learn

numbers, letters, learn to spell
nouns, and books, and show and tell
at playtime we will throw the ball
back to class, through the hall
teacher marks our height against the wall

and we don't notice any time pass
we don't notice anything
we sit side by side in every class
teacher thinks that i sound funny
but she likes the way you sing

tonight i'll dream while i'm in bed
when silly thoughts go through my head
about the bugs and alphabet
and when i wake tomorrow i'll bet
that you and i will walk together again
cause i can tell that we
are going to be friends

The White Stripes

lunes, 14 de marzo de 2011

I´m your man

If you want a lover
I'll do anything you ask me to
And if you want another kind of love
I'll wear a mask for you
If you want a partner
Take my hand
Or if you want to strike me down in anger
Here I stand
I'm your man
If you want a boxer
I will step into the ring for you
And if you want a doctor
I'll examine every inch of you
If you want a driver
Climb inside
Or if you want to take me for a ride
You know you can
I'm your man

Ah, the moon's too bright
The chain's too tight
The beast won't go to sleep
I've been running through these promises to you
That I made and I could not keep
Ah but a man never got a woman back
Not by begging on his knees
Or I'd crawl to you baby
And I'd fall at your feet
And I'd howl at your beauty
Like a dog in heat
And I'd claw at your heart
And I'd tear at your sheet
I'd say please, please
I'm your man

And if you've got to sleep
A moment on the road
I will steer for you
And if you want to work the street alone
I'll disappear for you
If you want a father for your child
Or only want to walk with me a while
Across the sand
I'm your man

Leonard Cohen


domingo, 13 de marzo de 2011

What do you mean I´m funny?


You're a pistol, you're really funny. You're really funny.
What do you mean I'm funny?
It's funny, you know. It's a good story, it's funny, you're a funny guy.
What do you mean, you mean the way I talk? What?
It's just, you know. You're just funny, it's... funny, the way you tell the story and everything.
Funny how? What's funny about it?
(Tommy no, You got it all wrong.)
Oh, oh, Anthony. He's a big boy, he knows what he said. What did ya say? Funny how?
Jus...
What?
Just... ya know... you're funny.
You mean, let me understand this cause, ya know maybe it's me, I'm a little fucked up maybe, but I'm funny how, I mean funny like I'm a clown, I amuse you? I make you laugh, I'm here to fuckin' amuse you? What do you mean funny, funny how? How am I funny?
Just... you know, how you tell the story, what?
No, no, I don't know, you said it. How do I know? You said I'm funny. How the fuck am I funny, what the fuck is so funny about me? Tell me, tell me what's funny!

(silence)

Get the fuck out of here, Tommy!
Ya motherfucker! I almost had him, I almost had him. Ya stuttering prick ya. Frankie, was he shaking? I wonder about you sometimes, Henry. You may fold under questioning. Henrry Hill
Tommy de Vito
(Anthony Stabile)
Goodfellas

viernes, 11 de marzo de 2011

Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos


Mucho tiempo después de alejarme,
vuelvo al barrio que un día dejé...
con el ansia de ver por sus calles
mis viejos amigos, el viejo café.
En la noche tranquila y oscura
hasta el aire parece decir:
"No te olvides que siempre fui tuya
y sigo esperando que vuelvas a mí".

En esta noche vuelvo a ser
aquel muchacho soñador
que supo amarte y con sus versos
te brindó sus penas...
Hay una voz que me dice al oído :
"Yo sé que has venido
por ella... por ella !".
Qué amable y qué triste es a la vez
la soledad del arrabal
con sus casitas y los árboles que pintan sombras.
Sentir que todo... que todo la nombra,
¡qué ganas enormes me dan de llorar!

Bajo el cielo cubierto de estrellas
una sombra parezco al pasar...
No he de verme jamás con aquella
¡qué tanto mi quiso... y hoy debo olvidar!
En la noche tranquila y oscura
hasta el aire parece decir:
"Para qué recordar que fui tuya
si yo ya no espero que vuelvas a mí!".

Bajo un cielo de estrellas
José María Contursi

Claro que lo sé


Llegando la noche
recién te levantas
y sales ufano
a buscar un beguén.
Lucís con orgullo
tu estampa elegante
sentado muy muelle
en tu regia baqué.
Paseás por Corrientes,
paseas por Florida,
te das una vida
mejor que un pachá.
De regios programas
tenés a montones...
Con clase y dinero
de todo tendrás.

Pero yo sé que metido
vivís penando un querer,
que querés hallar olvido
cambiando tanta mujer...
Yo sé que en las madrugadas,
cuando las farras dejás,
sentís tu pecho oprimido
por un recuerdo querido
y te pones a llorar.

Con tanta aventura,
con toda tu andanza,
llevaste tu vida
tan sólo al placer.
Con todo el dinero
que siempre has tenido
todos tus caprichos
lograste vencer.

Pensar que ese brillo
que fácil ostentas
no sabe la gente
que es puro disfraz.
Tu orgullo de necio
muy bien los engaña...
No quieres que nadie
lo sepa jamás.

Pero yo sé
Azucena Maizani

Flor de Lino



Deshojaba noches esperando en vano que le diera un beso,
pero yo soñaba con el beso grande de la tierra en celo.
Flor de Lino,
qué raro destino
truncaba un camino
de linos en flor...
Deshojaba noches cuando la esperaba por aquel sendero,
llena de vergüenza, como los muchachos con un traje nuevo:
¡cuántas cosas que se fueron,
y hoy regresan siempre por la siempre noche de mi soledad!

Yo la vi florecer como el lino
de un campo argentino maduro de sol...
¡Si la hubiera llegado a entender
ya tendría en mi rancho el amor!Yo la vi florecer, pero un día,
¡mandinga la huella que me la llevó!
Flor de Lino se fue
y el hoy que el campo está en flor
¡ah malhaya! me falta su amor.

Hay una tranquera por donde el recuerdo vuelve a la querencia,
que el remordimiento de no haberla amado siempre deja abierta:
Flor de Lino,
te veo en la estrella
que alumbra la huella
de mi soledad...Deshojaba noches cuando me esperaba como yo la espero,
lleno de esperanzas, como un gaucho pobre cuando llega al pueblo,
flor de ausencia, tu recuerdo
me persigue siempre por la siempre noche de mi soledad...


Héctor Stamponi
Homero Expósito

jueves, 10 de marzo de 2011

Porque escribí


Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
—¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria—
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces

De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.

La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
—allí, por un momento, siquiera, en esa altura—
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.

Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.

Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.

Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.

Enrique Lihn

Canción


¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

Nicolás Guillén

miércoles, 9 de marzo de 2011

El método


Un antiguo adepto dijo: “Pero si el hombre( o mujer, agregaría yo) erróneo usa el medio correcto, el medio correcto actúa erróneamente”. Ese proverbio de la sabiduría china, por desgracia tan solo demasiado cierto, está en abrupto contraste con nuestra creencia en el método “correcto” independientemente del hombre que lo emplea. En verdad, todo depende en esas cosas, del hombre, y poco o nada del método. El método es ciertamente sólo el camino y la dirección que uno toma, mediante lo cual el cómo de su obrar es la fiel expresión de su ser. Si esto no es así, el método no es más que una afectación, algo artificialmente aprendido como un agregado, sin raíces ni savia, sirviendo al objetivo ilegal del autoencubrimiento, un medio de ilusionarse sobre sí mismo y escapar a la ley quizás implacable del propio ser.

(...)

El libro del Elixir dice también: "Cuando un hombre(o mujer) correcto (mago blanco) se sirve de los medios erróneos, los medios erróneos operan correctamente"

El secreto de la flor de oro

C.G. Jung

R. Wilhelm

martes, 1 de marzo de 2011

La moderación y la templanza


32. Modestia o moderación se origina de modo, y templanza, de temperies. Donde hay moderación y templanza, allí nada sobra ni falta. Ella, pues, comprende la plenitud, contraria a la pobreza, mucho mejor que la abundancia, porque en ésta se insinúa cierta afluencia y desbordamiento excesivo de una cosa. Y cuando esto ocurre, falta allí la moderación, y las cosas excesivas necesitan medida o modo. Luego la abundancia supone cierta pobreza, mientras la medida excluye lo excesivo y lo defectuoso. La opulencia misma, examinada bien, comprende el modo, pues se deriva de ope, ayuda. Pero ¿cómo lo excesivo puede servir de ayuda, si muchas veces es más molesto que lo escaso? Tanto lo excesivo como lo defectuoso carecen dé medida, y en este sentido se muestran indigentes y faltos. La sabiduría, es, pues, la mesura del alma, por ser contraria a la estulticia, y la estulticia es pobreza, y la pobreza, contraria a la plenitud. Concluyese que la sabiduría es la plenitud. Es así que en la plenitud hay medida. Luego la medida del alma está en la sabiduría. De donde aquel dicho célebre, de máxima utilidad para la vida: En todo evita la demasía.

33. Y convinimos al principio de nuestra discusión de hoy que si lográbamos identificar la miseria y la indigencia, estimaríamos bienaventurado al no indigente. Pues bien: ya hemos llegado a este resultado.

Luego ser dichoso es no padecer necesidad, ser sabio. Y si me preguntáis qué es la sabiduría -concepto muy examinado por la razón humana-, os diré que es la moderación del ánimo, por la que conserva un equilibrio, sin derramarse demasiado ni encogerse más de lo que pide la plenitud. Y se derrama en demasía por la lujuria, la ambición, la soberbia y otras pasiones del mismo género, con que los hombres intemperantes y desventurados buscan para sí deleites y satisfacción de dominio. Y se encoge y se coarta con la avaricia, el miedo, la tristeza, la codicia y otras afecciones, sean cuales fueren, y por ellas los hombres experimentan y confiesan su miseria.

Mas cuando el alma, habiendo hallado la sabiduría, la hace objeto de su contemplación; cuando, para decirlo con palabras de este niño, se dedica fervorosamente a ella e, insensible a la seducción de las cosas vanas, no mira sus apariencias engañosas, porque su amor suele derribarla de Dios y sumergirla en profunda abyección, entonces no teme la inmoderación, la indigencia y la desdicha. El hombre dichoso, pues, tiene su moderación o sabiduría.

San Agustín- Tratados