lunes, 24 de agosto de 2009

Romance de Curro el Palmo



La vida y la muerte
bordada en la boca
tenía Merceditas
la del guardarropa.
La del guardarropa
del tablado del "Lacio",
un gitano falso
ex-bufón de palacio.
Alcahuete noble
que al oir los tiros
recogió sus capas
y se pegó el piro.
Se acabó el jaleo
y el racionamiento
le llenó el bolsillo
y montó este invento
en donde "El Palmo"
lloró cantando...
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.
Mil veces le pide...
Y mil veces que "nones"
de compartir suenos
cama y macarrones.
Le dice burlona...
"Carita gitana,
cómo hacer buen vino
de una cepa enana".
Y Curro se muerde
los labios y calla,
pues no hizo la mili
por no dar la talla.
Y quien calla otorga,
como dice el dicho,
y Curro se muere
por ese mal bicho.
Ay! Quién fuese abrigo
para andar contigo.
Ay, mi amor...
Buscando el olvido
se dió a la bebida,
al mus, las quinielas...
y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente
por no ir tras su paso
como un penitente.
Y una noche mientras
palmeaba farrucas
se escapó Mercedes
con un "curapupas"
de clínica propia
y Rolls de contrabando
y entre palma y palma
Curro fue palmando
entre cantares
por soleares.
Ay, mi amor...
Quizás fue la pena
o falta de hierro...
El caso es que un día
nos tocó ir de entierro.
Pésames y flores
y una lagrimita
que dejó ir la Patro
al cerrar la cajita.
A mano derecha
según se va al cielo
vereis un tablao
que montó Frascuelo
en donde por las noches
pa' las buenas almas
el Currito "El Palmo"
sigue dando palmas.
Y canta sus males
por "celestiales".
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.


Serrat- Canta Antonio Vega (Lucia y el Sexo)

domingo, 23 de agosto de 2009

Te quiero igual


Te quiero pero te llevaste la flor
y me dejaste el florero
te quiero, me dejaste la ceniza
y te llevaste el cenicero
te quiero pero te llevaste marzo
y te rendiste en febrero
primero... te quiero... igual

Te quiero, te llevaste la cabeza
y me dejaste el sombrero
te quiero pero te olvidaste abril
en el ropero pero igual
te quiero, no me gusta esperar
pero igual te espero
primero... te quiero... igual

Te quiero, me dejaste el florero
y te llevaste la flor
pero igual
te quiero, me dejaste el vestido
y te llevaste el amor
te quiero pero te olvidaste abril
en el ropero
primero.. te quiero... igual

Te quiero, no sé si estoy despierto
o tengo los ojos abiertos,
sé que te quiero y que me esperan
más aeropuertos
te quiero te llevaste la vela
y me dejaste el entierro
primero... te quiero... igual

te quiero pero te llevaste la flor
y me dejaste el florero
te quiero me dejaste la ceniza
y te llevaste el cenicero
te quiero pero te llevaste marzo
y te rendiste en febrero
primero... te quiero... igual

Andres Calamaro- canta Kevin Johansen

Dándole de tragar al Diablo.

Pastora era blanca, muy delgada y bajita. Tampoco se casó, creo que es muy bueno no casarse, aunque es terrible el ansia de hombre en esos días, en esos terribles días donde todo parece resonar de diferente forma, donde hasta las paredes y las piedras parecen palpitar de un gozo extraño e irrepetible. En esos días donde basta una sola mirada de un hombre para caer fulminada con aquellas sustancias que nos suben desde nuestra parte prohibida al corazón y del corazón a los ojos para chocarse, abrazarse, con esa imagen retenida del varón. Eran días que se hacian noches, donde era mejor tener la tina lista con agua serenada al frío para aplacar la gula de los diablos o la magia de los ángeles o el fuego santo de la creación metido en cada una de nosotras. Bendita tina, bendita damajuana del rincón, bendita agua, bendito grito de lobos en la noche, maldito llanto de los gatos en los tapancos y tejados; malditos burros y caballos impertinentes osados y templados mientras nosotras reprimidas. Benditos sexos humanos, benditos los que probaron la miel y los que nada como Pastora, Evelia, Porfiria y yo que, tambien benditas porque las ganas de esos días al no encontrar acomodo en brazos de hombre se andaban por todo el cuerpo como si en algún lugar les fueran a dar sosiego y nada, nada en las piernas, nada en las manos, nada en los pies, nada en las nalgas, nada en la boca, nada en los oídos, ninguna palabra, sólo el "ay Dios mio misericordioso, aleja de mí este mal, no me dejes caer en la tentación, líbrame del Satán,y si no me oyes, mejor", entonces las ansias se subían más allá de la cabeza y se hacían aureola, luz, risa y resignación. Nos hicimos vírgenes, vírgenes mensas, o al menos yo, sola y desvelando a más de tres por mis amores y encantos. Tan bonita flor era, que nadie quiso cortarla para sí. Y yo sufriendo la necesidad. Benditas fuimos por aguantarnos las malditas ganas... ¿o viceversa?


Arturo Meza

Quien quiera oír, que oiga!


Hay más razón en tu cuerpo que en tu más profunda sabiduría.


Nietzsche.

Y nunca le cobró la Magdalena


Y seguimos igual...
tu haces la cita, yo te espero....

otra vez no llegaste.

estoy aqui, en la banca de siempre,
me congelo.
pero ahi he de permanecer por si decides venir a verme

solo te pido que,
cuando llegues no maldigas al viento
por secar las lagrimas que escapaban de mis ojos,
por congelar el beso que guardaba para ti...


tampoco culpes al tiempo
por haberse quedado eredado entre mis cabellos,
ni a la tierra por dejarme hechar raices sobre ella.

garcias a eso permanesco aqui,
esperando...

y seguimos igual....

yo te espero...
tu no llegas...
yo me muero... y tu...

y tu?...


Magdalena Schwierer

lunes, 3 de agosto de 2009

Te daría el ultimo beso...


No te vayas porfavor, tengo tanto que contarte