martes, 16 de octubre de 2012

Beneficio de la duda

Incluso para el más empedernido materialista, la famosa apuesta de Pascal resulta apremiante: Si tras la muerte nos convertimos en nada, no estaremos allí para lamentarnos por no habernos preparado para algo. Pero si somos algo tras la muerte, y no nos hemos preparado de ninguna manera, o estamos mal preparados, entonces sentiremos un amargo, largo y doloroso lamento. Así que podemos perderlo todo
por no prepararnos, sin nada que ganar; podemos ganarlo todo al prepararnos, sin nada que perder. Si nuestra preparación resulta que no es para nada, el poco tiempo gastado en esta vida no será lamentado por toda eternidad. Si nuestra preparación es para algo, el tiempo que no le hemos dedicado para derrocharlo en los asuntos y placeres de está vida será profunda y eternamente lamentado como una pérdida de recursos vitales.
 
Si, debido a un inevitable destino del alma, y hagamos todo lo que hagamos, seremos salvados por un Ser Omnipotente, no lamentaremos haber perdido un poco de tiempo preparándonos innecesariamente para salvarnos.Pero sí tal ser no existe, o si existen Seres divinos más poderosos que nosotros que pueden ayudarnos si estamos preparados para aceptar su ayuda, entonces lamentaremos profundamente durante mucho tiempo nuestro fracaso al prepararnos.
 
 Libro tibetano de los muertos
 



Divina Comedia

Explorador

La boca seca y las piernas tambaleantes, el andar lo perseguía como su sombra, la compulsión a buscar y no encontrar. Iba ciego, el ansia le manchaba los ojos. Iba mudo, o al menos lo que decía no le servía para nada. Brotaban palabras de su boca que todos entendían menos él. Los pies hechos un nudo, sangrantes y cansados, partidos, pidiendo piedad al sordo de sí. La nariz no percibía olor alguno. La utilizaba fiel y únicamente para llorar. Y a un lado el caballo, viéndolo con clemencia y compasión. Ofreciendo su lomo al pobre necio (de manera discreta para no humillar) al pobre buscador llamado hombre, al completo que es manco. Al pobre que no se encuentra nunca, como vampiro en el espejo.

E.A.L.

A practicar!


Practique el regalar, no sólo cosas que no le importen, sino cosas que le gusten. Recuerde que lo importante no es el tamaño del regalo, sino que lo que cuenta es su calidad y la cantidad de apego mental que se supera. Así que no vaya a la quiebra en un impulso positivo momentáneo, sólo para lamentarse más tarde. Piénselo. Dé cosas pequeñas, cuidadosamente, y observe el proceso mental que acompaña al acto de deshacerse de ese pequeño objeto que tanto aprecia.

Practique el ser más relajado con sus relaciones. Recuérdese a sí mismo que podría estar muerto y no estar aquí, y que su principal preocupación por la persona amada es su felicidad, no sólo lo que pueda obtener de ella. Observe las sensaciones de celos que aparecen sin razón alguna a todas horas y comprenda cuán aprisionadores resultan, cuan incómodo le hacen sentirse y lo oprimida que hacen sentirse a la persona amada. Concéntrese en acciones que hagan felices –realmente felices, no sólo superficialmente- a sus amigos y seres queridos. Piense en los demás antes que en usted. Comprenda que cada relación es temporal, así que ponga en ello cuanta energía positiva pueda mientras esté ahí.

Practique el sentirse más relajado con respecto a su propio cuerpo. No se preocupe demasiado por ello, malgastando tiempo y dinero en cosas y tratamientos que realmente no necesita. Recuerde que tendemos a ser más hermosos y elegantes cuando nos olvidamos de qué aspecto tenemos. Cuando se mire en el espejo recuerde que podría estar muerto y su piel ser de color azul, sus labios estar marchitos, su carne floja y descompuesta. No se recree en esta morbidez, suspire con el alivio de sentirse con vida y bien en el momento que está viviendo. Preocúpese menos acerca de las pequeñas manchas. Cuide de su cuerpo pero no se obsesione con ello; sea sensible pero no fanático. Y desarrolle una mayor tolerancia hacia las dificultades. No se preocupe demasiado si alguien le hace daño en un accidente. No se enfade con un mosquito si le pica. Lo hace por naturaleza. Defiéndase de la injuria, pero no se deje llevar. Puede practicar usar el dolor y la dificultad para aumentar su tolerancia y paciencia, que es lo mejor para enfrentarse con las mayores dificultades; pero desarróllelo poco a poco, porque la automortificación tiende a salir por la culata, resultando en una todavía mayor obsesión.  

El arte tibetano del morir 
Padma Sambhava






Este diagrama, originalmente dibujado por Buda Shakyamuni, representa todos los entornos del samsara o existencia cíclica y a los seres que los habitan. Todo el diagrama se encuentra entre las garras del Señor de la Muerte para recordarnos la impermanencia.