martes, 26 de julio de 2011

Comunión Plenaria


Los nervios se me adhieren

al barro, a las paredes,

abrazan los ramajes,

penetran en la tierra,

se esparcen por el aire,

hasta alcanzar el cielo.


El mármol, los caballos

tienen mis propias venas.

Cualquier dolor lastima

mi carne, mi esqueleto.

¡Las veces que me he muerto

al ver matar un toro!..


Si diviso una nube

debo emprender el vuelo.

Si una mujer se acuesta yo me acuesto con ella.

Cuántas veces me he dicho:

¿Seré yo esa piedra?


Oliverio Girondo

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