Si Dios desea probarme con otros sufrimientos, le estaré agradecida, porque sólo padeciendo en esta vida se puede merecer un verdadero gozo en el más allá.
¡Que tonteria!- exclamó la Dubois frunciendo el entrecejo-. Ésas son ideas que los ricos endurecidos les han enseñado a los pobres, sólo para estar seguros de que siempre tendrán bien protegidos sus intereses sórdidos. Me fascina oír a esos aristócratas cuando platican, a esos comerciantes enriquecidos, a esos sacerdotes ostentosos. Es mucho más sencillo condenar el robo cuandos e tiene más comida de la que se podría llegar a ingerir; es muy facil decir la verdad cuando no se ganaría nada diciendo mentiras; es completamente innecesario planear un asesinato cuando sólo lo rodean a uno adoradores y papanatas que nunca te ofenden...
¿Eres lo bastante tonta para creer que la bondad y la virtud se determinan por el diámetro más ancho o más estrecho de determinada parte de tu cuerpo?
Marqués de Sade
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