lunes, 4 de mayo de 2009

El Banquete

Si Dios desea probarme con otros sufrimientos, le estaré agradecida, porque sólo padeciendo en esta vida se puede merecer un verdadero gozo en el más allá.
¡Que tonteria!- exclamó la Dubois frunciendo el entrecejo-. Ésas son ideas que los ricos endurecidos les han enseñado a los pobres, sólo para estar seguros de que siempre tendrán bien protegidos sus intereses sórdidos. Me fascina oír a esos aristócratas cuando platican, a esos comerciantes enriquecidos, a esos sacerdotes ostentosos. Es mucho más sencillo condenar el robo cuandos e tiene más comida de la que se podría llegar a ingerir; es muy facil decir la verdad cuando no se ganaría nada diciendo mentiras; es completamente innecesario planear un asesinato cuando sólo lo rodean a uno adoradores y papanatas que nunca te ofenden...

¿Eres lo bastante tonta para creer que la bondad y la virtud se determinan por el diámetro más ancho o más estrecho de determinada parte de tu cuerpo?

Marqués de Sade

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