sábado, 24 de noviembre de 2012

Todos tienen quien no los quiera



Todos tienen quién no los quiera

¡Qué tristes los que no nos quieren!
No ven la nieve decorar nuestros jardines.
No pueden sentir lo que nosotros vemos, la cascada de sus ojos,
el bosque, la llanura de su pecho con sus infinitos animales.
Pobres los que no nos quieren, no cantan al alba,
ni se embellecen con el abrazo de la noche.
Se esconden de nuestros secretos.
Pierden partes nuestras; las infravaloran.

¡Qué tristes los que no nos quieren!
Se piensan tan ajenos,
lastran el oleaje de un momento.
Mueren al punto.


No contagian nuestros besos.
No se juegan la piel.

No aman su algarabía,
su flujo ancestral del alma salpicar.


¡Qué tristes los que no nos quieren!
Nos amantan la queja,
nos flagelan la memoria.
Sufren con el otro,
mascando el mirar del tiempo a prisa.
No se embeben con la tormenta.
No se atisban rezos.

Pobres los que no nos quieren.
Tienen tanto miedo de sí mismos,
que anclan la vida a un desprecio.
 
 Noek Izardui

No hay comentarios:

Publicar un comentario