miércoles, 1 de abril de 2009

Ayer soñe que podia y hoy puedo

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía.


Cada mañana plántate frente al espejo hasta que te gustes y te veas con amor, y un día, casi sin darte cuenta, es decir espontánea, naturalmente, te dirás te amo, entonces sabrás que clase de maravilla es la vida.

Si es apego no es amor porque el amor no produce pesar y el apego si.
Las viejas costumbres son un barco que se hunde y lo aconsejable cuando un barco se hunde es abandonarlo.


Facundo Cabral




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