viernes, 13 de julio de 2012

Mi Psicólogo

los lamentos, en este caso, no dan otro consuelo que el de lacerar y desgarrar más aún el corazón. Semejante dolor ni consuelo desea, se nutre con el sentimiento de ser inconsolable. Los lamentos son tan sólo una necesidad de hurgar incesantemente en la herida





Los Hermanos Karamazov
Fiodor Dostoievski

No hay comentarios:

Publicar un comentario