martes, 24 de marzo de 2009

Gente como números

Llegando a mi trabajo escucho el grito de mi abuelo, "irracible!", le pregunto entonces, ¿que abuelo, que me quiere decir?, no lo se, pero eso me lo decía mi abuela allá en el rancho, me lo decía cuando me enojaba, y como tu eres un cabrón, por eso te lo digo. Lo que el viejo quería decir era: "irascible" .Cabe mencionar que mi abuelo no me lo decía de mala manera, siempre que entro a la carnicería donde trabajo, en las mañanas, me recibe con una sonrisa causada o disimulada por la cerveza o el vino, y me tunde con algún apodo o palabra nueva. Con mi abuelo use el diccionario como instrumento común. La semana pasada fue "orondo", hoy "irascible".

Con el viejo aprendo tantas cosas, con el
aprendí a darle un guiso a la cebolla de manera fantástica, a usar el aceite como amigo intimo, me da unas excelentes lecciones de fumador pasivo, de boleros, de tristeza, de rabia, de gritos rancheros.

Viene
después y me grita ahora: irracial! , y antes de que lo moleste con mis impertinentes preguntas , con una sonrisa maliciosa, "Eso te lo digo cuando no te creo lo que me dices, eso significa, bueno, la verdad no se si eso sea, pero a mi se me ocurrió". Después continua, "todas las palabras son inventadas, hee, o que, apoco por ser uno borracho y anónimo no puede cambiar algo de este puto mundo?".

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