miércoles, 12 de agosto de 2015

Yo no buscaba a nadie

Te vi, esa tarde a lado del museo, en la banquetita del tango. No estabas juntando margaritas, no escribías poesía en papelitos, no volteabas ni cuando pasaba enfrente de ti bailando, parecía que ni siquiera estabas escuchando la música. Estabas mas bien aburrida, pegada al celular con cara de "ya me quiero ir, pero no" y yo, embobado viéndote y haciendo como que no te veía. Imaginando que tu me veías también, y que te gustaba el baile, y que desearías que también te invitara a bailar a ti. Y ahí estábamos, los dos en un mismo sitio, la guitarra llorando milongas y yo llorándome la cobardía de no acercarme. 


Me volví a meter a la tienda cuando tu entraste, solo por verte de cerquita, y tontamente volví a comprarme otra nieve, ya sin antojo ni mas ganas que aprenderme la forma de tus ojos y tu nariz. Y me viste ahora, y observaste que te observaba, fuiste consciente de mi desdicha y estoy seguro que me viste las palabras pegadas a los labios, mordiéndose de no poder salir. 


De esas veces que nos topamos con un posible destino, y se escapa con la estupidez de no poderle preguntar ni el nombre. Se nos escapa por todos los poros mientras nos decimos adiós con los ojos... y ni siquiera una sonrisa de atrevimiento se deja escapar. Te vi, te vi, te vi...Yo no buscaba a nadie y te vi.


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