Practique el regalar, no sólo cosas que no le importen, sino
cosas que le gusten. Recuerde que lo importante no es el tamaño del regalo,
sino que lo que cuenta es su calidad y la cantidad de apego mental que se
supera. Así que no vaya a la quiebra en un impulso positivo momentáneo, sólo
para lamentarse más tarde. Piénselo. Dé cosas pequeñas, cuidadosamente, y
observe el proceso mental que acompaña al acto de deshacerse de ese pequeño
objeto que tanto aprecia.
Practique el ser más relajado con sus relaciones. Recuérdese
a sí mismo que podría estar muerto y no estar aquí, y que su principal
preocupación por la persona amada es su felicidad, no sólo lo que pueda obtener
de ella. Observe las sensaciones de celos que aparecen sin razón alguna a todas
horas y comprenda cuán aprisionadores resultan, cuan incómodo le hacen sentirse
y lo oprimida que hacen sentirse a la persona amada. Concéntrese en acciones
que hagan felices –realmente felices, no sólo superficialmente- a sus amigos y
seres queridos. Piense en los demás antes que en usted. Comprenda que cada
relación es temporal, así que ponga en ello cuanta energía positiva pueda
mientras esté ahí.
Practique el sentirse más relajado con respecto a su propio
cuerpo. No se preocupe demasiado por ello, malgastando tiempo y dinero en cosas
y tratamientos que realmente no necesita. Recuerde que tendemos a ser más
hermosos y elegantes cuando nos olvidamos de qué aspecto tenemos. Cuando se
mire en el espejo recuerde que podría estar muerto y su piel ser de color azul,
sus labios estar marchitos, su carne floja y descompuesta. No se recree en esta
morbidez, suspire con el alivio de sentirse con vida y bien en el momento que está
viviendo. Preocúpese menos acerca de las pequeñas manchas. Cuide de su cuerpo
pero no se obsesione con ello; sea sensible pero no fanático. Y desarrolle una
mayor tolerancia hacia las dificultades. No se preocupe demasiado si alguien le
hace daño en un accidente. No se enfade con un mosquito si le pica. Lo hace por
naturaleza. Defiéndase de la injuria, pero no se deje llevar. Puede practicar
usar el dolor y la dificultad para aumentar su tolerancia y paciencia, que es
lo mejor para enfrentarse con las mayores dificultades; pero desarróllelo poco
a poco, porque la automortificación tiende a salir por la culata, resultando en
una todavía mayor obsesión.
El arte tibetano del morir
Padma Sambhava
Este diagrama, originalmente dibujado por Buda Shakyamuni, representa
todos los entornos del samsara o existencia cíclica y a los seres que
los habitan. Todo el diagrama se encuentra entre las garras del Señor de
la Muerte para recordarnos la impermanencia.
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