
Nadie la miraba que no bendecia a Dios...
No esta muy lejos de aqui un sitio donde hay casi dos docenas de altas hayas, y no hay ninguna que en su lisa corteza no tenga grabado y escrito el nombre de Marcela, y encima de alguna, una corona grabada en el mesmo arbol, como si mas claramente dijera su amante que aquella mujer la lleva y la merece de toda la hermosura humana.
Del libro del Ingenioso Hidalgo, Don Quijote de la Mancha
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